Desde el reciente contacto con la sociedad occidental en 1958, el papel de las mujeres Waorani ha sido fundamental al desempeñarse como defensoras del territorio y transmisoras de conocimientos de su identidad cultural. Pese a la presión económica, política y religiosa a la que este pueblo ha sido expuesto ellas han conseguido organizarse y, cada vez más, buscan resistir con sus saberes, con sus tejidos. Durante años las familias Waorani que viven en medio de las carreteras encontraron en las petroleras una promesa fallida y una posibilidad de obtener dinero, dejando resultados económicos no favorables ni para las comunidades ni para el país, acentuando graves conflictos socio-ambientales que perduran y dejan rastros imborrables.
Cuando las mujeres tejen prolongan la vida, el tejido lo elaboran con la fibra Astrocaryum Chambira que sale de una palma amazónica nativa, la cual siembran en armonía con el ambiente y responsabilidad con la comunidad. Desde la recolección, procesamiento, tinturado, hilado, diseño, y tejido de la fibra, todo su proceso conlleva un arduo trabajo de memoria, resistencia y cuidado colectivo e intergeneracional. Estas fotografías buscan visibilizar y revalorizar el esfuerzo que hay detrás de sus piezas, a la vez fortalecer la memoria y patrimonio cultural de las mujeres waorani que encontraron en el tejido una alternativa ante los intereses extractivistas que cada vez destruyen su integridad como pueblo indígena.
Carolina Zambrano
Fotógrafa documental, educadora y artista visual con base en Ecuador y Argentina